¿Cuáles son los puntos clave para aplicar correctamente el barniz?

Aplicar un barniz es una etapa importante para crear con éxito un acabado de hormigón encerado. Esto es lo que determinará la calidad de la protección de tu hormigón encerado y facilitará su mantenimiento diario.

1/ ¿Mate, satinado o brillante?

Empieza por elegir el aspecto de tu barniz: la mayoría vienen en mate, mate seda, satinado o brillante. La mayor parte del trabajo se realiza en acabado mate sedoso o satinado, ya que esto permite que el material conserve cierta profundidad, al tiempo que proporciona un acabado agradable a la vista.

Los acabados brillantes rara vez se utilizan con materiales minerales, ya que dan a la superficie un aspecto ligeramente llamativo.
Sin embargo, el brillo va bien con el negro, por ejemplo, o el rojo, para dar un efecto lacado.

Por último, el barniz mate da profundidad a los materiales y un aspecto crudo muy contemporáneo.
Es especialmente adecuado para las paredes, para darles profundidad en relación con la luz.

2/ Una vez determinado el look, ¿cómo elegir el barniz adecuado de la gama Marius Aurenti?

Para proteger las paredes, te recomendamos nuestro barniz mural acrílico monocomponente.
Sencillo y eficaz, se aplica con un rodillo, mediante pasadas entrecruzadas.
Proporciona suficiente protección contra salpicaduras accidentales y se puede retirar de la pared para limpiarla con regularidad.

En zonas de mucho tránsito, los barnices bicomponentes a base de poliuretano HR1 y n°7 Visco son la mejor opción.
Incluyen una base y un endurecedor. Marius Aurenti desarrolla barnices al agua, pero para zonas de mucho tránsito, como cocinas, baños y suelos muy transitados, los profesionales utilizan nuestra gama de barnices al disolvente. Aumentan la resistencia mecánica y a los agentes químicos, facilitando su limpieza y haciéndolas más duraderas.

3/ ¿Qué cantidad de barniz debo utilizar?

Una vez hayas decidido el efecto -mate, satinado o brillante- y el tipo de barniz que vas a utilizar, tienes que calcular la cantidad de barniz que necesitarás para tu trabajo.
Si, por ejemplo, tienes que cubrir un suelo de 50 m² y el barniz cuesta 250 g por metro cuadrado, necesitarás 12,5 kg de barniz.
Es importante gastar los 12,5 kg de barniz, ajustando el número de capas que repitas hasta agotar la cantidad.
Es la cantidad, y sólo la cantidad, lo que determina la calidad de la protección.

En cuanto a la aplicación, evita aplicar capas muy gruesas.
No se extenderán muy bien y no formarán la película necesaria para proteger tu obra.

Por eso es preferible aplicar más capas finas que menos gruesas. Además, cada barniz requiere un cierto tiempo de secado entre capa y capa.
Este tiempo debe respetarse para que la nueva capa no se derrita ni empape técnicamente la anterior por aplicarse demasiado deprisa.

4/ Buenas condiciones del emplazamiento

En una obra, la temperatura y la humedad del aire y del sustrato son cruciales. Si aplicas el barniz sobre hormigón aún húmedo, se mezclará con el agua y, una vez seco, la película no podrá proteger contra las manchas.
Por eso es importante dejar secar el hormigón, idealmente 48 horas a 20°C, antes de aplicar el barniz.

Del mismo modo, la temperatura influye en la humedad, ya que determina la velocidad de fraguado del barniz.
Lo ideal es trabajar dos días después de la aplicación a una temperatura de 20ºC y una humedad del 65%.
Si en tu obra no se dan estas condiciones, puedes utilizar un sistema de calefacción o deshumidificación si es necesario.

5/ Preparación del barniz

En el caso de los barnices de dos componentes, la preparación debe respetar la mezcla entre el componente A y el componente B, tal como se indica en el envase.
Por tanto, se necesita una báscula para preparar la mezcla de una sola capa.
Ten en cuenta que los barnices al disolvente requieren una primera capa fina con un tiempo de secado más largo, generalmente de un día para otro, para que los poros del hormigón queden bien sellados.
Los barnices de poliuretano al agua, en cambio, pueden requerir la aplicación previa de un rellenador de poros.

Repite la operación con cada capa de barniz.
Si te sobra barniz después de aplicar una capa, no lo guardes para la siguiente, pues habrá perdido su cualidad antimanchas.

6/ Aplicación del barniz

Cuando utilices barnices con disolventes, asegúrate de que dispones del equipo de protección necesario y de una mascarilla especial.

Los barnices de dos componentes, como HR1 o n°7 Visco, requieren que el endurecedor se mezcle bien con la base para que la reacción se produzca correctamente.
Deja reposar cinco minutos antes de la aplicación y vuelve a remover antes de empezar.

Es importante eliminar el polvo de la superficie con una aspiradora antes de aplicar la primera capa, y asegurarte de que tu lugar de trabajo está libre de polvo entre capa y capa.

Empieza aplicando en los bordes y esquinas con una brocha o un rodillo pequeño de microfibra.
Luego, para superficies más grandes, utiliza un rodillo de microfibra de 10 mm, entrecruzando las capas.
Una simple pasada con la mano te permitirá notar la rugosidad del polvo, que puedes lijar muy ligeramente con papel de lija de grano 240 entre capa y capa si es necesario.

Una vez aplicado el barniz, la superficie se seca muy rápidamente.
Por lo general, al día siguiente se puede caminar con calzado protector, pero no habrá terminado de secarse.

Se puede circular después de tres días y la superficie pintada se puede mojar después de 7 días a una temperatura de 20° y una humedad del 65%.

7/ Barnices probados y aprobados desde hace más de 35 años

Los barnices Marius Aurenti son reconocidos por los profesionales y se utilizan desde hace más de 35 años en edificios públicos, en entornos residenciales y en establecimientos de uso intensivo. Son extremadamente resistentes y requieren muy poca renovación, dada su solidez.
Un buen sistema de limpieza periódica garantizará su longevidad, y también pueden pulirse con herramientas de lijado en caso de microarañazos.

Si, al cabo de varios años, deseas renovar la superficie, puedes hacerlo lijándola ligeramente con papel de lija de grano 120, después de decapar y renovar de una a tres capas de barniz si es necesario. Un último punto: comprueba que tus barnices estén frescos y que puedan almacenarse en condiciones libres de heladas y resistentes al calor.

Buena aplicación, ¡tu trabajo está casi hecho!