Los suelos y paredes de salón en hormigón encerado, cal o marmorino crean un ambiente vivo donde todo es esencial, al igual que la nobleza de estos materiales.
El hormigón encerado en el suelo o las paredes del dormitorio realza y purifica este espacio íntimo donde retirarse a descansar, recargar las pilas y relajarse.
Sobrio, minimalista, clásico, mineral a la vez que moderno e industrial, el hormigón encerado confiere a los suelos y paredes de los cuartos de baño una elegancia muy agradable.